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#EntrevistaBIOSPAIN2023 | “El sector ‘biotech’ es uno de los sectores con mayores necesidades de financiación”

Hablamos con Cristina Cortés, manager de Ayming, Bronze Sponsor de BIOSPAIN 2023, sobre el papel de la financiación privada en el sector biotecnológico. 

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Una de las características más significativas de las compañías biotecnológicas es el desarrollo de innovaciones disruptivas que tienen un importante impacto en la sociedad y en el planeta. La complejidad y la elevada regulación son dos elementos comunes en los mercados en los que las ‘biotech’ operan lo que se traduce en que las innovaciones están marcadas por largos ciclos, la necesidad de volúmenes significativos de inversión y un alto riesgo. 

La fotografía que observamos nos muestra cómo la I+D+I se sitúa en el centro del modelo de negocio de las empresas biotecnológicas. En este sentido, es importante señalar que la mayoría de las empresas biotecnológicas son pymes y micropymes que no disponen de productos en el mercado, por lo que no generan los recursos necesarios para financiar sus actividades. Razón por la que el acceso a la financiación externa resulta fundamental para el desarrollo del sector biotecnológico. 

De acuerdo con los datos hechos públicos por el Informe AseBio 2022, las empresas biotecnológicas invirtieron en I+D 1.038 millones de euros, lo que re representa un crecimiento del 16% respecto al año anterior. El Informe pone de manifiesto que el 64% de la inversión en I+D de las ‘biotech’ se financian con fondos propios y sólo el 10% proviene de ayudas públicas.

Este escenario será analizado dentro del programa de BIOSPAIN 2023 que se celebrará en Barcelona entre el 26 y el 28 de septiembre. Para profundizar en el papel de la inversión privada en el sector biotecnológico hablamos con Cristina Cortés Lagoa, manager de Ayming, empresa líder en la financiación de la innovación y Bronze Sponsor de BIOSPAIN 2023

AseBio. En base a vuestra experiencia, ¿cuál es la fotografía actual que observamos del sector biotecnológico en España en términos de financiación?

Cristina Cortés. Observamos una gran necesidad de financiación, como siempre ha ocurrido, si bien, cada vez hay más fondos de capital riesgo especializados en el sector que entienden su funcionamiento y pueden ser capaces de identificar un buen proyecto. 

El sector ‘biotech’ es uno de los sectores con mayores necesidades de financiación y sus particularidades hacen que obtenerla sea quizá más complicado que en otros. Se necesitan grandes importes – la investigación en biotecnología normalmente requiere de grandes inversiones, especialmente si hablamos de biotecnología roja, de salud-, y tiempos de maduración muy largos. Se ha hecho un gran avance en los últimos años, especialmente desde 2020 con la pandemia, cuando el crecimiento de inversión privada en el sector se incrementó en un 50%, según datos del Informe Asebio 2022. 

En este sentido, es necesario seguir contribuyendo a que cada vez más financiación privada llegue a las empresas biotecnológicas, ayudando a las compañías a salvar las barreras existentes y llegar a más inversores. Es necesario construir no sólo un buen proyecto científico, sino también un plan de negocio sólido.

AseBio. ¿Cuáles son las principales barreras que encuentran las compañías ‘biotech’ a la hora de acceder a la financiación?

Cristina Cortés. La respuesta a esta pregunta es compleja y diferente dependiendo de si estamos hablando de financiación privada o de financiación pública. En el primer caso las causas son múltiples, pero probablemente la elevada competencia se convierte en una de las causas principales, lo cual hace que las compañías deban trabajar su idea, la forma de contarla y sobre todo, factores como el plan de negocio, necesidad real en el mercado y proyección a medio y largo plazo son definitorios. 

A nivel de financiación pública y sobre todo a nivel nacional, la problemática que más observamos en nuestro día a día se debe fundamentalmente a las condiciones financieras. Muchas ayudas en España se conceden en forma de préstamo, lo cual merma las posibilidades de las compañías biotecnológicas de acceder a ellas, por las garantías exigidas principalmente. Construir una buena estrategia de financiación pública, que permita aprovechar al máximo los beneficios de cada incentivo resulta clave. Existen opciones como préstamos participativos de ENISA, subvenciones como NEOTEC, e incentivos fiscales como las bonificaciones a la seguridad social por Personal investigador o la monetización de las deducciones fiscales, que no sólo suponen una inyección económica para las empresas o la reducción de sus coste operativos, si no que contribuyen de forma significativa a la mejora de los ratios financieros de las empresas.

AseBio. Tal y como pone de relieve el Informe Asebio, vemos que la financiación procedente de ayudas públicas representa un porcentaje muy reducido del total. ¿Por qué se produce esta situación?

Cristina Cortés. Las ayudas públicas son un instrumento fundamental en etapas incipientes de la I+D+i, como apoyo a la financiación propia de las empresas. En sectores intensivos en I+D, como es el biotecnológico, lo es aun más, si bien, efectivamente el % de ayudas recibidas por empresas del sector es muy reducido. Los motivos pueden ser muchos y muy variados, pero por nuestra experiencia con empresas del sector, existe una barrera especialmente en las convocatorias nacionales debido a que muchas ayudas tienen una parte importante de la financiación en forma de préstamo, con la consecuente solicitud de garantías. 

Además, este tipo de ayudas supone incrementar el ratio de endeudamiento y debido a los períodos de maduración tan largos del sector, cuando el proyecto finaliza, lo habitual es que la empresa aun no disponga de una facturación sostenible en el tiempo, con lo que tiene que comenzar a devolver el préstamo antes de comercializar su producto. 

En este sentido, alternativas como los incentivos fiscales o instrumentos financieros como el Tax Equity constituyen una alternativa muy interesante, aunque es necesario un plan de acción para que las empresas puedan acceder y aprovechar las ayudas directas.

AseBio. ¿Cómo podría mejorarse?

Cristina Cortés. Sin duda, se hace necesario hacer un plan acorde al sector, que reconozca sus particularidades, lo que pasa indudablemente por incrementar la financiación a fondo perdido y la reducción o eliminación de las garantías exigidas.

Además de esto, es importante un dialogo con las empresas a la hora de convocar nuevos programas, ya que lo que también observamos últimamente es que las temáticas requeridas por la administración en sus distintos programas no concuerdan siempre con los proyectos realizados por las empresas. 

AseBio. ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años el acceso a la financiación privada de las compañías biotecnológicas en España?

Cristina Cortés. Como comentábamos antes, en los últimos años la evolución ha sido enorme. Hace 20 años prácticamente no existía sector en España, hemos pasado de tener 50 empresas biotecnológicas a casi 900 en 2022, y de un nivel de inversión de 17 a más de 140 M€. Esto nos da una idea de que el sector representa el futuro y así lo puso de manifiesto también la pandemia. 

Hace 20 años no existían fondos especializados, lo que hacía muy complicado el acceso a financiación para las compañías del sector. Hoy en día esa situación ha cambiado, si bien, es necesario seguir trabajando para que cada vez los inversores privados apuesten más por el sector biotecnológico y cada vez menos buenos proyectos no lleguen a la sociedad por falta de apoyo financiero.

AseBio. ¿Cómo puede aprovecharse la financiación pública para acceder a la financiación privada?

Cristina Cortés. La financiación privada es la más importante para una compañía, porque es la que le permite de verdad crecer y acometer su proyecto a largo plazo, desde las fases más incipientes. Pero la competencia es grande y conseguir financiación de un fondo de inversión es a veces complicado. En este sentido, la obtención de financiación pública se presenta como una oportunidad no sólo por la propia inyección económica, sino porque de cara a la búsqueda de inversores, el ser beneficiario de una subvención pública se considera como una “garantía” más de la viabilidad del proyecto y de la confianza de un organismo público en el mismo. Si además estamos hablando de ayudas especialmente dirigidas a startups como préstamos ENISA o NEOTEC, esta garantía puede ser incluso mayor. 

Además, el hecho de aprovechar incentivos como las subvenciones, las deducciones fiscales o incluso herramientas como el Tax Equity, contribuye a mejorar los ratios financieros de la compañía y a reducir el importe necesario de inversión privada, por lo que acudir a las posibles vías de financiación pública es desde luego un acierto a nivel estratégico. 

La financiación pública viene a complementar esa financiación para aprovechar al máximo el potencial de una empresa y que pueda acometer un mayor número de proyectos y a provechar al máximo su potencial. 

AseBio. ¿Qué espera Ayming de BIOSPAIN 2023?

Cristina Cortés. Esperamos aportar nuestro granito de arena en el sector biotecnológico, poniendo a disposición de los participantes nuestro conocimiento en materia de financiación y contribuyendo al crecimiento del mismo.