Klinea acaba de aterrizar en Dinamarca, dispuesta a seguir expandiendo su negocio
Tras un gran crecimiento y consolidación en el sector biofarmacéutico español, Klinea está preparada para el siguiente paso: abrir una nueva oficina en el viejo continente
Tras un gran crecimiento y consolidación en el sector biofarmacéutico español, Klinea está preparada para el siguiente paso: abrir una nueva oficina en el viejo continente. Klinea acaba de aterrizar en Dinamarca, dispuesta a seguir expandiendo su negocio ofreciendo servicios de ingeniería a empresas farmacéuticas y biotecnológicas.
Esta nueva andadura no es fruto de la casualidad. Klinea ha tenido un crecimiento orgánico desde su creación allá por 2015. Este crecimiento entró en una curva pronunciada en los últimos dos años, donde el equipo casi se ha duplicado. Klinea ya lleva tiempo trabajando con clientes europeos fuera de las fronteras españolas. Así que, siguiendo su trayectoria natural, a la vez que buscando nuevos retos, se ha marcado como estrategia para 2023 y los próximos años ampliar su presencia en Europa.
Elegir Dinamarca no fue una decisión fácil. Había otros candidatos fuertes: Alemania, Suiza y Reino Unido, entre otros. Sin embargo, el vasto ecosistema biotecnológico de la región danesa fue uno de los grandes impulsores de la decisión final. Combinado con otros factores, como la falta de empresas de ingeniería en el país y la cantidad de pequeñas y medianas empresas biotecnológicas que necesitan este tipo de servicios en Escandinavia.
Klinea puede satisfacer esta demanda gracias a los más de 20 años de experiencia de su equipo. Sus principales capacidades incluyen la ingeniería de procesos y bioprocesos, pharma 4.0 y un fuerte enfoque en sostenibilidad. Estos servicios abarcan desde estudios de viabilidad hasta la gestión de la construcción, pasando por todas las fases de diseño, licitación y estrategia de calidad.
Este movimiento pretende diversificar la cartera de clientes de Klinea, reduciendo su actual dependencia del mercado español. Ni que decir tiene que Klinea seguirá expandiéndose y trabajando con sus clientes en otros países europeos (Suiza, Bélgica, Alemania, etc.) y en el extranjero (Chile, México, Costa Rica, Vietnam, etc.). Este es sólo un primer paso. Abrir una oficina en México también forma parte de los planes futuros. Y el objetivo a largo plazo es ofrecer sus servicios en todo el mundo. No obstante, Pau Santamans - fundador y CEO de la empresa - sigue teniendo las ideas muy claras sobre dónde poner el foco: "la oficina danesa es una de nuestras prioridades ahora". También ve esto como "una oportunidad para generar valor, seguir aprendiendo y sacar el máximo partido". Quiere respetar y vivir el proceso que conlleva este nuevo y apasionante reto.
Marc Ramoneda - responsable de desarrollo de negocio en Europa - no espera un camino de rosas, ya que entrar en un nuevo mercado con una cultura de trabajo diferente nunca es fácil. El plan consiste en reclutar y asociarse con expertos locales con un historial probado en el mercado farmacéutico danés. Esto ayudará a establecer la empresa y conseguir los primeros proyectos y clientes. Los objetivos a medio plazo están claros para Klinea, pero también están preparados para adaptarse y tomar medidas a medida que se desenvuelva el futuro.