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#MujerBiotech | María Montoya: “No debemos ignorar a mujeres que pueden tener ideas vitales para salir de esta pandemia”

AseBio publica su última entrevista del proyecto “El testimonio de 10 Mujeres Biotech en pandemia” con motivo del 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con María Montoya, investigadora y líder del grupo de inmunología viral del CIB-CSIC (Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas).

María Montoya

Nos cuenta María Montoya (Madrid, 54 años), investigadora en inmunología viral en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), que tiene, desde hace algunos años, algo nuevo en su material genético: un radar para evaluar la visibilidad de la mujer en la ciencia. Aunque considera que hemos avanzado, la experta insiste en que queda mucho camino por recorrer y que no nos podemos permitir desperdiciar el talento del 50% de la población, exactamente lo mismo que lo que nos decía Cristina Del Campo. La investigadora tiene un grupo de tres personas trabajando en diferentes aspectos de la infección por SARS-CoV-2, tanto en los determinantes de inflamación, como en un proyecto de vacuna. Está, hoy en día y como nunca, bajo el foco de la sociedad y todo empezó por “curiosidad”. 

AseBio. ¿Por qué quisiste ser científica? 

María Montoya. Mi carrera científica empezó en España. Me alcanzó la curiosidad para realizar una carrera científica porque los científicos, ante todo, son muy curiosos. Nos hacemos preguntas que no se han hecho antes para las cuales no hay todavía respuesta e intentamos avanzar en el conocimiento. Desde muy pronto en mi carrera, vi que me planteaba preguntas y poder contestarlas me gustaba. Mi carrera ha estado entre España y el Reino-Unido, entre instituciones públicas o público-privadas, enfocada en la investigación de respuesta inmune frente a los virus. 

AseBio. ¿Cómo te ubicas dentro de la lucha por la paridad en la ciencia?

María Montoya. Con mis grupos de investigación, siempre he estado trabajando en promover el papel de la mujer en la ciencia. Sin embargo, en etapas anteriores, cuando era todavía estudiante, realmente pensaba que no existía ningún problema para las mujeres. No lo detecté. Nunca he tenido ningún problema con mis jefes o colegas varones, pero cuando empecé a llegar a un puesto de responsabilidad empecé a darme cuenta de que mis compañeras no tenían los mismos salarios y a ver señales de cierto sesgo. Antes, pensaba que lo habíamos superado. Pero fui investigando con una mentalidad científica para ver si era una intuición o si realmente estaba ocurriendo. Me fui dando cuenta de que sí y al llegar a esta conclusión, pensé ¿qué se puede hacer al respecto? Son medidas que hay que hacer con tiempo, educación, cultura y diplomacia y creo que lo más interesante es fomentar y ayudar a las mujeres que están en diferentes puntos de su carrera profesional e impulsar una selección basada en méritos. 

AseBio. ¿Se trabaja así en el CIB-CSIC?

María Montoya. Estoy muy contenta de haber entrado en el CSIC cuando tenemos una presidenta por primera vez en 80 años. Es un honor participar en esta etapa. Será la primera y esperemos que no la última. En el CSIC hay una comisión de igualdad, hay una serie de directrices sobre igualdad, sobre como detectar y resolver acoso en los centros de trabajo. También existe una voluntad de mentorizar a jóvenes investigadoras. Yo lo estoy haciendo con una chica que está en un punto crucial para sobrevivir en este mundo. Se hace poco a poco. 

AseBio. ¿Cómo ha afectado la COVID-19 ha todo este proceso?

María Montoya. La pandemia de la COVID-19 ha sido un tsunami tremendo que ha aumentado la desigualdad de género. Las mujeres están mayoritariamente en puestos de trabajo no fijos, en puestos de trabajo asociados a contratos inestables y han sido de las primeras en sufrir despidos y para las demás, el teletrabajo ha sido complicado. Hay estudios recientes que demuestran que los índices de publicación de las mujeres durante el periodo de pandemia han sido menores. También es curioso la cantidad de seminarios on-line donde solo hay ponentes masculinos. En una pandemia, donde tenemos que salir con emprendimiento, conciencia y salud, no puedo desperdiciar el 50% del talento de nuestra población. Si ignoramos y no ponderamos la labor de las mujeres, estamos ignorando a personas que pueden tener ideas vitales para salir de esta pandemia. No nos lo podemos permitir. Estamos sesgando la información en la cual estamos basando nuestras decisiones. 

AseBio. A la vez que la pandemia ha afectado a la visibilidad de la mujer científica, también le ha dado cierto impulso con la carrera hacia la vacuna, ¿no? ¿Hay algo positivo que se pueda heredar de este panorama?

María Montoya. Claro, claro. Hay mujeres que están desarrollando una tarea ímproba como la doctora Margarita del Val y muchas otras mujeres también. Pero en el porcentaje seguimos siendo pocas. Somos una excepción en vez de la regla. Trabajamos igual o más que nuestros compañeros varones. Hay mujeres que se están haciendo más visibles y es fantástico, pero, insisto, sigue siendo una excepción. Somos el 50% de la población, pero en muchos webinars, Margarita del Val era la única mujer. Además, en algunos laboratorios no se ha ponderado ese sesgo del que hablamos. Ya se han hecho avances, pero queda mucho por hacer. Frente a la recuperación y todo lo que va a venir, debemos tener mucho cuidado para que las mujeres se incorporen en ese camino. Cuando esto vuelva a la normalidad, ¿a quién se va a llamar? ¿A esas mujeres que han estado intentando sobrevivir? ¿O a esos hombres que han estado en primera línea? Hay que tener cuidado con eso. 

AseBio. ¿Nos puedes hablar del mentoring que comentabas antes y de cómo trabajas con la joven investigadora?

María Montoya. No es la primera vez que lo hago. Es ayudar a estas personas en tener reuniones periódicas, tomar un café o comer juntas y hablar de temas de gestión de proyectos, cómo evaluarlos y hacerlos. No trabajamos en la misma área de investigación, pero la idea es tener a alguien que te oriente y te de consejos. Puedes ir por aquí, mira a ver si haces esto. Me acuerdo de un caso de mentoring de una amiga mía en Inglaterra bastante increíble. Tenía una entrevista para una posición muy importante, pero justo se puso de parto y no pudo ir. Cuando lo comentó en la comisión le dijeron que como no pudo estar, había perdido la oportunidad. Se lo contó a su mentora y le dijo que había que denunciarlo y moverlo. Gracias a esta persona, lo luchó, le hicieron la entrevista y lo consiguió. A veces necesitas a alguien con más experiencia que te diga “sí, por ahí, lúchalo”. 

AseBio. Trabajas también en una spin-off, ¿Cuáles son las diferencias entre laboratorio y empresa y cómo se establece un puente entre ambos? 

María Montoya. En el laboratorio, es un ambiente relajado hasta que llegas a puntos donde compites por recursos, proyectos y decisión. En la spin-off científica por ejemplo somos cuatros socios donde soy la única mujer. No he tenido problema, pero es cierto que la mayoría de la gente que trabaja en la empresa en más bajos puestos son mujeres. La presencia de la mujer en el comité científico directivo es de un 25%, lo cual no está mal si pensamos que en España en general es alrededor del 17% dependiendo del sector. Queremos que haya una representación acorde con la sociedad que todavía no existe.

AseBio. ¿Cómo hacer para alcanzar ese porcentaje?

María Montoya. Hay dos formas. Una son las cuotas y la otra la mentorización. Ambas no son excluyentes. En sectores demasiado masculinizados se tendrían que imponer cuotas en igualdad de méritos. Si no lo hacemos, se calculó que tardaríamos 200 años para alcanzar la paridad en algunos sectores. Y eso si no ocurren pandemias… Además, está demostrado que, cuando hay órganos directivos con un porcentaje alto de mujeres, los resultados de las empresas son mejores. En definitiva, para mejorar las empresas, ¿qué podemos hacer? Introducir a mujeres en todos los segmentos del organigrama. Hay un ejemplo curioso. En la universidad de Holanda, como la mayoría de los departamentos estaban dirigidos por hombres, decidieron hacer una medida radical. Se busco una financiación para contratar a mujeres y se decidió que no se contraría a ningún hombre hasta que se alcanzara la paridad. Tuvo repercusión y sigue funcionando ahora.

AseBio. ¿Cómo podemos trabajar, entre público y privado, para mejorar esa participación de la mujer también de cara al público?

María Montoya. Algo sencillo. En cada reunión, empresarial o científica, miras la cantidad de mujeres y hombres y, si no está al 50%, rehaces el panel. Si cualquier empresa tiene una reunión del departamento y solo acuden hombres, es que hay un problema. Eso son cosas que tienen que estar grabadas en la mente de las personas. Yo lo tengo en mi material genético. Es un cambio para mejorar porque en el momento en el que hay paridad se mejoran los resultados. 

AseBio. En el sector biotech hay mucha presencia de mujeres. ¿cómo lo explicarías?

María Montoya. Las carreras que tradicionalmente tendrían salarios más bajos están más pobladas por mujeres y viceversa. No sé las razones. Podríamos hablar de ello durante horas. El campo de biotech no ha sido en España uno de los campos emergentes hasta ahora. En los últimos años ha empezado a tener un papel más relevante, pero no corresponde a un porcentaje de nuestro PIB importante comparado con otros países. Esperemos que uno de los efectos colaterales de la pandemia sea que el músculo de las empresas se desarrolle. Lo deseamos todos. Pero creo que en el momento en que un sector empieza a tener unos dividendos y puestos ejecutivos importantes se suele masculinizar. Es un proceso bastante conocido. ¿qué pueda ocurrir ahora? No lo sé, porque como dices, hay muchas mujeres… será muy interesante valorarlo en los próximos años. 

AseBio. ¿Cuál sería tu mensaje para la sociedad si te pudiese oír?

María Montoya. No contar con el buen porcentaje de mujeres es un desperdicio de capacidad y de conocimiento que no podemos permitirnos tanto en las empresas como en los institutos públicos. Podemos ganar muchísimo. 

Estoy en un grupo de trabajo europeo para favorecer el papel de la mujer en la ciencia y las mujeres de toda Europa coincidimos en muchos puntos. Es una cuestión que debemos abordar a nivel europeo. Este sesgo inconsciente está en nuestro día a día. Nos rodea. Y hasta que no te educas, no lo ves.

 

Por Agathe Cortes