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#VozBiotech | “Las enfermedades mentales necesitan un enfoque realmente innovador, nuevas aproximaciones, nuevas dianas terapéuticas y nuevas maneras de hacer”

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental Carlos Buesa, director general de Oryzon, analiza la necesidad de dar visibilidad a la salud mental, luchar contra el estigma social y cómo la biotecnología está permitiendo avances. 

carlos buesa
Salud

Hoy, en el Día Mundial de la Salud Mental desde la comunidad Biotecnológica hacemos una reflexión sobre la necesidad de remarcar la importancia de la salud mental y de seguir luchando contra el estigma social. 

La salud mental ha cobrado un nuevo protagonismo después de los confinamientos masivos instaurados durante el Covid-19. Tras la pandemia la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó en un 25%. Es indudable que la pandemia multiplicó los factores de estrés, el miedo a la infección y a la propia muerte, pero también el aislamiento social y la soledad del sufrimiento propio y de la muerte de los seres queridos, un cocktail terrible que dejó una marca traumática en muchos de nosotros. La pandemia ha afectado de forma particular la salud mental de los jóvenes y las cifras epidemiológicas avalan que corren un riesgo desproporcionado de sufrir conductas suicidas y autolesivas. 

Pero, de la misma forma que la biotecnología brindó un éxito titánico en la lucha conta la pandemia poniendo en marcha, en un tiempo récord, un plan mundial de vacunas basadas en la tecnología del ARN, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades mentales sigue siendo una batalla todavía por ganar. La investigación biotecnológica sigue intentando comprender cuales son las causas ultimas de la depresión, la esquizofrenia o los trastornos de personalidad

Sin duda, se han producido avances en el tratamiento de estas enfermedades, disponemos ahora de nuevo antipsicóticos de larga duración y este mismo año hemos visto como una empresa ‘biotech’ obtenía un éxito en una Fase III en esquizofrenia con una nueva formulación de fármacos ya existentes. 

Pero siendo importantes, estos avances son solo mejoras. Las enfermedades mentales necesitan un enfoque realmente innovador, nuevas aproximaciones, nuevas dianas terapéuticas y nuevas maneras de hacer. 

Así son esperanzadores los recientes resultados obtenidos mediante la nueva técnica de estimulación cerebral profunda (ECP). Recientemente, varios estudios clínicos han revelado que puede ayudar a aliviar los síntomas del trastorno depresivo mayor. La ECP aún no ha obtenido la autorización regulatoria y los científicos aún están comprendiendo los mecanismos que intervienen en la aplicación de la ECP a la depresión. Pero, los resultados de un estudio dirigido por investigadores del Mount Sinai y respaldado por el NIH ha mostrado que podría mejorar sus posibilidades como tratamiento viable y eficaz. Los investigadores buscaron cambios comunes en la actividad cerebral de personas que habían sido tratadas con ECP para la depresión refractaria al tratamiento convencional y fueron capaces de identificar un patrón común entre los datos neurológicos de los pacientes que se alineaba con los cambios en sus síntomas de depresión y que, a su vez, podía utilizarse para predecir esos cambios con antelación. Se había obtenido lo que los científicos llamamos un posible biomarcador que puede guiar estos y otros estudios farmacológicos en el futuro.

También las nuevas técnicas de imagen, mucho más sofisticadas y precisas, nos permiten ahora acotar más las zonas cerebrales disfuncionales en las diferentes enfermedades mentales.

Y claramente necesitamos nuevas dianas farmacológicas y nuevos fármacos contra ellas.  La epigenética juega un papel fundamental en a enfermedades mentales y LSD1 es una diana novedosa que interviene en la gestión del estrés y en la sociabilidad y agresividad y ha sido señalada como posible terapia en esquizofrenia, autismo y en varias enfermedades del desarrollo. Oryzon es la única empresa que desarrolla un fármaco experimental contra esta diana en enfermedades del sistema nervioso, vafidemstat.

Vafidemstat se ha mostrado seguro en más de 430 pacientes y en un ensayo preliminar de fase 2a dio muestras de actividad terapéutica en pacientes de trastorno límite de la personalidad (TLP), autismo y TDH. Vafidemstat está siendo ahora investigado en un ensayo de Fase 2b en TLP en EE.UU y Europa y que ha reclutado 210 pacientes. Se esperan sus resultados a inicios del año que viene y, de ser positivos, se inauguraría una nueva vía de tratar las enfermedades mentales.